30.11.06

parálisis

tendida de brazos, postrada, la urbe cierra sus ojos cual animal pasada la cacería.
(el ser cazado)

caminaba porque obligábanle a hacerlo.

nada de eso impedía que pudiese detener los cuatro gravitares de su corazón.

era nadie; una presa inmóvil.

dispuesta a acorralarte por el parpadeo de un latido; cuídate de sus derrumbes.

26.11.06

advertising

Anímese, innove, reinvente las posibilidades de su producto creativamente.
Sea usted, producto de su propia originalidad. Inténtelo, y haga historia.
Si no está conforme con los resultados transcurridos 30 días, muchas gracias y siga participando
[Durante la duración de la campaña de promoción del producto la empresa se deslinda de toda responsabilidad vinculante con problemas óseo-musculares en la zona lumbar, como así también de los costos de materiales de impresión e imponderables que pudieran surgir en detrimento del cliente, tales como desnutrición, fofismo, supradesarrollo mamario, impotencia (o que ya no vuele el pajarito) y quiebra, entre otros]

20.11.06

puercoespín

aquijado en un cúmulo de noche sobre el río, la muralla sembrada a los pies de divina agnese para una tragedia se dejaba pisar como sombra caliente en espuma de canelas y crema suave; como labrado aguijón y menta de labio.
una bolsa negra. no muy grande. lo necesaria para envolver una cabeza que no sepa su destino. respira. crepita una bocanada interrumpida.
en tirabuzones de rodilla, tobilla, talón y dedo gordo de cada pierna, silbaba el aire al danzar la deidad con sus pequeñas geta de madera sobre metales blandos a la caricia de una sonrisa niña que alejándose nos convierte en su primer novio.
juro que si fuera albertario azul, conduciría con mis panzas las de los cuatro estómagos y un bólido manco en rulemanes.
En París están prohibidas las edificaciones de más de siete pisos...
el calor se hace más propicio para gestar humedades adecuadas a ciertos trópicos de flora dentro de un polímero hueco, manso, y una bolita de espinos que dormita.
cuando florezca será una carne erosionada por su propio peso. pasados veinte días la deshidratación comienza a sentirse como cal viva. sed incendiaria. y ningún fósforo a la vista.
cuando se precipitan, los tacos de las sandalias de agnese arden liberando trazos terracotas y pléyades de charcos.
y hace girar su sombrilla hasta el espasmo de verterse sin más atuendo que ese -sus geta- para perder todo vestigio de luz en un agujero negro.
el caos en un artículo con dos manijas.
y de nuevo los ojos rojos. algunos cientos de pares entrecerrados, algunos menos guiñando a los faros; esperando ver quién se invita a encallar contra sus pechos.
la distancia de los amantes en el horizonte del cosmos. ninguno de ellos puede ver los parpadeos; el suyo propio yace cubierto de pisadas removidas sobre la tierra que ya no los camina.
ronda el espinoso destinatario entre los flamígeros zigzagueos y el golpeteo del agua sobre la muralla.
Una vez que estás... ¿dónde queda el adentro y el afuera?.
dos aves oscuras en lanza de hombros y anillos dentro de anillos, dentro de ojos a lomo de máquinas, escriben las condiciones de hacer equilibrio sobre un fino cordón de brea para convertirse en sombrilla de circo. la naturaleza ya no es lo que era.
pasos. rechina el acero de las bisagras. la sensualidad de los tacos del calzado de un ser superior armonizan distinto con colores de la misma gama; negro. es su mirada la que alcanza a verse desesperada, llena de hematomas y un jadeo hambriento al otro lado de la portezuela abierta; es libre, nadie le hará daño si cruza, pero no se atreve... si alguien supiese sus secretos.
Soy un alfiler, soy un alfiler, soy un alfiler... no soy una lanza, soy un alfiler...
presiente la sonrisa, no advierte el soplo triste naciendo y muriendo debajo de un rostro ya sepulto que le es irreconocible; el suyo. y por debajo de los pasos es que pueden escucharse caer las lágrimas de agnese en las noches naranjas.
a quince mil kilómetros de cualquier parte, a tres mil metros de profundidad, un erizo busca el punto con el cual colapsar el corazón de su enemigo; el topo.
[igual que el bordado, la destrucción del mundo es sólo un anexo en su agenda]
...si estornuda, está acabado.

7.11.06

unleashed

cesaria de una mancha de luz por entre la hendija de un techo suelo.
correr hasta salirse del propio cuerpo.
[ausencia]
[asilos magdalena y violetas para el camino]

[faro de un estado y un durmiente]