31.10.06

halloween

[alonfabestia]
la cruelidencia de un finistarro con fondeada olomorelia a grusa grasa de leche néxicamente caarbondada con batatas zucaracajadas y chisporra de azujelitos cercanos al baño de María.
Sabiodo sé que lagua con los que pieses se emvalan hechos tán de países pisados como uvas mosqueteras, esto último por la insectidumbre de la malaria, residuo de leche agria por electrólisis, Ernesto, estornudo y personificancia de resaltadores de coloactivos; flora interestatal (no si invacue sin monedas).
La crapularidad tendría menos decí bellios si, además de fulero estrépito facial, no dejaran en rodajas los fieltes. Hablucitar sherpa con montañescos en las chatecas, malmelchores reyilentos, encacular las cabezas de pescados; masajeante toc vocálico es opiosobrio y sobrino de Ofosio, quien halló en el onomatopéyico cuándo, el sinvidente envase de su esponsalía manufacturada un aquelarre de miliquinientostreintitrés a las veintitrés con treinta y trés de un miliquinientos cualíquiera... fiat... se encaminó chuletita a la cuneta del don cuán comer tornasolease cosifa´e bichos.
Poncimado paplete membretado con pegotonias báscula sobrete, el chapotaje abrevoló con forgaijido delipse nelas muescas de los hurteros antelacionada la jornátina para hacelatio con la Marías grela, figuraciones de gel comiente.
Clarosiposidad que, algunque con capocha, no tensionaba mucho saborido a pescado.

[las batatas de postre, un fracaso para los fracasos]
[mucho hueso sin sorpresa]
[nadie encontró el fideo]


Pequeña contribución homenajeante a los analfabestios de
Plaza Constitución

28.10.06

los ojos del miedo

[la conga de un hoja - porque las hay hombres- que desprendiose de una mujer con el dolor elefante de sus espaldas rabiosas; ella -la hoja- y él, el hombre]

Quiero arrancarme la piel. Con esos mismos ojos.

[¿alguna vez te han escrito?]

Quebrar a alguien por dentro no es bueno. Hacerle llorar sin poder tenerla en tus brazos no es bueno.

[si sólo fuese un poco más el de los ojos]

Si fuese ese monstruo que se dejó entrever, confieso que hasta lo disfrutaría. Luego me molería a golpes.

[mi propio verdugo]

Poca hombría en esto de enfrentarse a uno mismo. Bastante estúpido por cierto.

[y no]

Lo que hay que aprender es cuándo acabó la pelea.

[y hay más]

Y no, soy yo. Lo demás soy yo.

[piensa que para el portador de esa mirada, esos ojos no existen; las cuencas están vacías]

Un paquidermo que, aún cometiendo torpezas, sabe lo que no quiere.

[y sabe que hay cosas que quiere, pero aún no conoce]

Y, pese a su mirada, es un niño.

[un maldito infante de tres décadas]

Y el terror en tus ojos es... es que su juego, a veces, incluye una bala en la cabeza.

[la ironía de estar desprotegido de uno mismo y buscar su propio abrazo]

Estás dentro de mi cabeza; lugar del cual no puedo cuidarte.

[toma mi mano, camina con cautela; no te sueltes]

[si vas por tu cuenta; te arrancaré el brazo]

20.10.06

lil´ waitin´ for the sign

[ayer; la fórmula química de un día fantasma]

Polaridad bifocal; mi mano tiembla calambres de sol ocho y veinte con treinta aleteos de la mañana, aes de patas largas y amantes a la vera de besos en el desayuno.
La sombra de una canción con ánimos que uno cuenta en los pasos del tránsito entre dos calles del universo y un hombrecito rojo que siempre espera; que nunca cruza. Que nada de malo tiene que otro refleje nuestros sentimientos.
[creer por un segundo que los dibujos de un capuccino frappé son garabatos japoneses]
[tengo que empezar a beber menos café]
[la temperatura de dos manos separadas]
El embarazo sapo de una princesa tan hermosa que, si te la describiesen, no lo creerías.
[como escribir creeer con tres e y que te lo creas]
El equilibrio de las espaldas de una paloma negra.
[fémino tobillo peinado a la moda]
[peatones]
Mujer cabellera blonda, señora cartera al codo, mujer papagayo, mujer-mujer, hombre semidescarrilado, descamisada sin tobera y corpiño al “qué me importa”, muchacha omóplatos, mujer tetona en punta con ladera y lila, palermo plaza congreso doce, pequeña mujer diminuta de la mano paterna del portador de su bolso petite mannequin y paso medio a sus pasitos, pequeño hombre diminuto con panda en el lomo llevando de la mano a su réplica parental masculina sin decidir quién sigue a quién, pero yendo juntos.
(¿dónde está la mano de mi padre?)

A mesa por medio y cuarenta y cinco taxis, sus pies desnudos, bañados de paciencia y un vendaje, permanecen distendidos al aroma de las moliendas.
¿Qué heridas lleva el sostén de nuestros cuerpos?.
Cada quien a su tarea.
La guardia urbana y la mendiga, el circo de sombrillas amarillas y el eclipse de corbatas en las retinas.
[no me obligues a usar camisas]
[la convivencia del tráfico y agentes patógenos residuales]
[manténgase alejado mientras nos acercamos]
¿Se puede invocar la paz en el plumaje?.
¿Y en el nombre de un adalid que alguna vez levantó su mano para dar un golpe?.
(si dices que no te golpearé hasta que entiendas que la paz en uno no es justa e indispensable para ser)

Para quien ama el caos, el amoníaco es el equivalente a dos palomas negras acicalándose.
La de joroba blanca vuela; la de complejidad noche y luna nueva caga mientras me mira; mientras miro sumergida en sus papeles a la dama de orillados pies desnudos hasta que en uno de sus trazos todo se transforma en una gigantesca mosca trepando un edificio.
(que festín sería para una mosca más grande)
(pronto ha de morir)

Mi capacidad de hartazgo es como el crecer de un árbol a favor del viento.
[se está nublando]
[me estoy orinando]
[culpa del capítulo frappé de las novelas al alba]

Blancos los ojos, la mosca reinicia su vuelo sin titubeos; sin agitar sus alas.
Triángulo de piel que se apresta a partir.
[cuando el movimiento es un derroche de placer]
Un rosario y un bostezo; un faro moviente en el camino de los huesos.
Si escribo en calibre cardiopático con rodillas y rodetes entre varas y radiografías, me perdería el pellizco de unas ancas pelirrojas y curvas por esos efectos de la dilatación de los objetos en el espacio respecto de la velocidad corpuscular a través del roce de uno de los lados de un grano de azúcar caído en una molécula de tiempo.
[si lo dibujo, se detiene]
[si lo borro, se olvida de sí]

En bata se pasea una taza de café.
¿Sabrá cómo destrabar a las vértebras cuando se agarran de las fibras musculares y tironean hacia adentro?.
Bata pecho azul pasea con periódico enrollado.
[el cielo parpadea]
[lustrador y lustrado con esposa que observa cruzada y envuelta en coral, husmean por sobre el submundo de sus narices y rasgos achinados]
[inquisición de la guerra santa marital]
[en primavera también nieva]
[le dice la esposa del lustrado al lustrador mientras el segundo elucubra la traición de la primera con su mejor amigo al verse reflejado en la punta de sus zapatos que le acaban de recordar por qué no se los lustraba]

Y el hombrecito rojo sigue esperando.

[algún día cruzará]
[con luces negras y asesino corazón abierto]

Hasta entonces, el universo seguirá encapsulándose entre dos calles cualquiera; y la atmósfera de un cero absoluto.

10.10.06

bises

Eran sus ojos los de una cuerda en principio tan rudimentaria como el corazón.
Porque el corazón es eso; una piedra.

Al menos eso le hicieron creer.
[como quien habla de uno fuera de uno, haciéndose ajeno]
No hacía más que repetir lo inculcado.
Hablaba un castellano melodioso; tanto, que hasta se diría despertaba en su interlocutor el deseo de besarla por sobre cualquier amante habido y sabido a cualquier gusto y sapiencia.
El más fino instrumento que-- ¿Qué?... No; no sé por qué la música ablanda las piedras.

Cuando sus ojos se cierran, el principio rudimentario hace latir la piedra.
[por entre las hendiduras de la carne]
Mis ojos eran los de sus cuerdas en un final incierto, un brebaje de luna llena embotellado, burbujas de humo y un bis.

Cordalmente, sus manos se entretejían en la abstracción de su propio cuerpo
[mi ávida ignorancia]
para convertir el mío en gotas
[que piden...]

Al cerrarse sus ojos, de la piedra, el inicio de lo elemental procura los latidos.
Cuando se abren, el párpado del corazón deshila su-- ¿Qué?... Sí; pero no sé cómo sin decirlo, con las cuerdas, en semillas de agua la piedra brota dentro de un corazón hasta endurecerlo.

[amansa tus fatalidades; gobierna tus destinos]

6.10.06

dhojasdindesofía

[tomates]

la tibieza de sentir el sol sobre la tierra; estando debajo...

(cuando Campesito sabe y convida barrigas de sapo, nadie queda excento en subida)