30.12.06

black tomato

Cirro de sangre en claves menores me brota.
Incapaz de nutrirla con amor, entre las tonalidades grisáceas y humorosas de sus ojos en mis lágrimas, todo color que veo se trasluce violeta.
Elefante girasol con dolor de memoria.
[una oreja caída]

Pactar el diablo tantos años de su eternidad para que viva.
...nazcan miedos nuevos a los ya muertos en las pesadillas de tus almohadas...
[lo eterno no existe por siempre]
piel de corazón [negro]
corazón tierra [barro]
jazmín y aroma [negros]
niña con miedo [blanco]
perderla, no nacer [tener color ninguno]

Sobre la mesa un tomate de sonrisas.
Al menos así era el rostro de aquel hombre ante las más diminutas manos que podían abrazarse a su pierna.
[perdona si lloro, en apariencia sin sentido, y no te explico]

Es un sueño, es sólo un sueño, nada más que un sueño.
...y no es.

Está en sus manos, en sus manitas de noche, un tomate negro; pronto su nombre se convierte en el de una hija.
[mi hija]
[y el sueño de mi tomate negro pidiendo upa]

Si no come con panza me dará barrigas.
[es hermoso hacerla reír]
Esas inquietudes de los niños y su corretear curiosidades.

Y sí; tengo miedo.
“Procúrate amor como con el cual has amado.”
Esas palabras son feas; no me gustan, encandiló pequeña y respondona.
“Ama”, suena mejor, aseguró.
¿Ama?... ¿Así nada más?... ¿A secas?...
¡SÍ!... como el zorro cuando encontró al elefante en el jardín dormido.
¿Dormido el elefante?...
¡Dormido el elefante y dormido el jardín!...
¿Y el zorro que hizo?... ¿Los despertó?.
¡Nooo!... (tras una silenciosa pausa, estirándose en puntas de pie, bajando la voz y apretando fuerte la pierna, susurró) El muy zorro, también se durmió...
Shhh... entonces no hagamos ruido, a ver si se despiertan...
Jí, jí, jí... sí, shhh, shhh…
¿Y qué palabras te gustan?.
Las que te escribí cuando dibujé.
Ahhh, y que nunca me dijiste.
Y no te voy a decir, jí jí jí.
[sólo ella y tú lo saben]
Pero reírme me gusta.
Esa no es una palabra.
¿Dice quién?, mirando de lleno con sus grandes ojos y su pera en la rodilla.
Dice quien que dice un oso señor dice con muchos libros en su biblioteca dice que la risa es palabra dicha dice pero no así su sonido dice reflejo de una onomatopeya DIZ o fonema estrepitoso que dice determina dice un exaltado estado de ánimo o bienestar del alma dice...
[con severo entrecejo y falta de cautela sin sonrisa]
Ese oso no sabe nada. Es un tonto... ¿Te gusta mi vestido?.
[cuando provienen de su instinto, las sentencias son tan cálidas y aprensibles]
Evitar sonreírme esbozando aquellas razones tontas del oso señor corregido por el aleteo de una prenda florida en su alegría no pude.
¿Y te gustan mis sandalias?, caminándolas para admirar su andar alípede.
Te quedan muy lindas y el vestido es muy hermoso; me gustan, sí.
Me los elegiste vos... volvió a confiarme en secreto de manos al oído.
¿Yo?, ¿Segura?.
¡Sí!, porque yo cumplía así (gesto de mano con dedos) y me lo regalaste. ¿No te acordás? (puños a la cintura y mirada inclinada).
¡Ahhh, cierto!... ¿Y segura que así?.
Sííí, jí jí jí...
Alzándola en brazos pareciera que uno es puramente una invención suya, que es uno el que se deshace acurrucado en ella hasta que- -
Bueno, bueno, bueno (apurada, como soltándose, buscando su sombrero y, uno que tan cómodo, medio en broma no la suelta)
¿Te traigo una flor?.
Me encantaría.
Bueno, entonces te traigo a mamá... y allí va ha por ella.
[en su ya vengo de muchos años, trajo cada cosecha su sueño de tomates]
[tal vez si despierto, nada de esto sea]
[tal vez nada de esto es]
[pero no nos somos ajenos]
Tú, ¿en qué colores ves al amor?.
[sí; no distingo un sueños de sueños, pero los sé compartidos]
Este es nuestro absoluto.
Esas palabras también me gustan...
[lo que sólo ella y tú saben]

23.12.06

رغبات

...sin religión, cazaré uno a uno si...

(discúlpenle)

es su corazón.

llora y reza en una lengua que ningún dios habla.

sólo ella.

[black tomato intro]
cierra los ojos y deja abrirme dentro.
(sé que no es tu deseo)
...por eso soy yo quien te lo pide when you wish upon a star...



رغبات = (ár.) Deseos.

17.12.06

combivant

Su tobillo en diapasón de luz caminaba con puntadas
[robo - persecución]
Unforgettable.
Y el “sí” de su cabellera.

¿Por qué la vida por sobre cualquier otra cosa, a veces importa tan poco?.

Rechina.
Pero es la forma en que de reojo su mirada piensa lo que escribo cuando, entre garabatos movidos, niega haberlo hecho; pero sonríe.
No hay ingenieros para trazar los senderos del alma.
Escribo guiado por la noche dentro de ella.
[y oigo los pasos de sus tobillos]
Su mano medita tan-tán la silueta de la sombra y el cantar; pecho flamenco, mano meditabunda y mis dedos...
Debe detenerse.
[inspira]
[respira]
[susurra]
y no digo; tacho lo que me disgusta.
(sigo tachando)

Faraónica sobre su vientre, el cielo sin estrellas la devuelve al reparo de su respiración profunda y preguntona: ¿Qué es lo que escribe?.
Mercedes hace cuna del remanso que abraza el agua tierna de una boca.
[piano]
[espía a las nueve en punto]
Reclinada en el neón permanece henchida.
¿Qué amante llegará a comprenderla?
[cada día mis palabras salen más toscas; torpes son desde antes]
Recoge su bostezo a cinco dedos y una lluvia que sólo cae al frente de mis ojos.
Cuando la inspiración cae, hace ruido y deja borrones.

...lo que es a la punta de una aguja con tinta para un crudo de carne pequeña y vivaracha sin masticar, pero atragantada en el esófago... ¿cuál era la frase?.

[y hacer una lista absurda, entretenida y no menos distractora]
Rescribir viaje con morocha (tomar en cuenta para el color del cabello que estaba oscuro); cuento concurso cubito sopa (espantar engendros de mosquita) usar notas tomadas; advertising torso; rebanar la nuca por entre la primer y segunda vértebra; despuntar un ojo (el derecho); pelar la etiqueta del frasquito de veneno para el aderezo; dejar de hacer estos bosquejos como si tuviesen un sentido y que parezca a la mirada de la chica del mate, la tal Valeria de remera roja y anular contraído (en matrimonio), algo ocupado.
[para arrancar tres hojas por capítulo de una pulgada cuadrada de tu piel]

“Sí lo agarra lo mata.” Sobrentendido que se habla de un hombre para con otro... ¿por qué se sobreentiende?.
Dos mil cien horas para desplazar una constelación; tres millones de toneladas de agua para albergar vida en una pecera; un parásito para dejar ciego de por vida a quien deambula desprovisto de luz alguna; un juguete pobre para un niño pobre y bullicio de sonrisas... ¿Qué había en la bolsa?... (tal vez su vida) ...presentes.

Su reflejo, al del otro lado de la ventanilla me pide permiso.
[los dientes de las hojas cortadas mordisquean las costuras de tus envolturas]

Sorber y soñar ofrece contrastes ideales para el pasajero frecuente; tanto como hallar unos labios húmedos en un pétalo de flor.
A veces y sólo a veces, el hombre no tiene espacios suficientes para escribir. Cuando eso ocurre los- -

[hasta aquí las dimensiones de tus tres hojas de pulgada cuadrada de piel]
No te quejes.
[es mucho mejor que una pulga en un asiento sucio, alimentándose del tobillo insonoro de un musical hueco que aloja tintas con inservible estanco, rothschildescos delirios de grandeza y alitas de ganso]
[sí; el ganso muerto y con nombre de araña con investidura]

¿Largo como un sin fin de principios sin nudos?.
Que no necesites nunca que te haga alguien el favor de acorbatarte con cuarto menguante.
[esos dos cuernitos son de temer]

Cuando bajes de la habitación, no mires a la mujer, desciende con cuidado y, si los ojos rojos se mantienen cerrados, no - mires - a los de la mujer... resiste o devorará el luto de tus pasos.
[que tanto se tarda una esquina en desdoblarse de tráfico]
[encrucijadas]
[el fantasma de una métrica sistemática e hilos telegráficos]
Se la distingue mejor en ausencia de uno -apagada- como una niebla que nos embebe y se embriaga de nosotros.

En el rodado puntillismo de sus talones flotando, los dejó -puntos suspensivos-

[parados]

11.12.06

globitos

Si reta hipérbole la trimúltide nemecta enterra la plaquetona n´el cuadratángulo´onde el homómido peoma refracciona.
Una glorieta tusarte... besuleame, ripió al uso zárate de los tulleríos.
Bando bombín a la nazipanza. Adolfp supinando en cachas, setas y holas.
Cuí jofaina para le escuchia que, abrupte, imbita a la camalote shupe german loto, en cuatreriente galopa de celulintástica cielada lindorosa...
Un limonero al par está fungucida; gaspar sin marquillo, aguesura montada al estribo de su amante quien, desencalzado -le amanté y lamantella- no le guardaba rencor al frío, mientras Cascarita grass no grass herida, manduca las fenomenomancias de fonemas absortos e inexactos.
Fuipacha y hoy soy caix.
[lema filamento]
[pelusa de sanguinaria]
[y alistaba uno que no fue día en su libretita]
Hajime de flor en pubis, escupía cerebritos.
mimorrománticamente Macelo “R” & auténtico abrevito de imagen sinos ni cierrazón tonta; fleta hundición y un parentes; sí.... uno punto suspensitorio demás.
[martes; renderizar cadavería]
[golem]
En el interior del corazón de un árido desierto inhabitado, con arcilla, tierra y cal, lentamente brotó de las entrañas piedras, ablandándolas cariñosamente, erizando su pelaje. Cuándo; eso es algo que subyace en el olvido. Solo, inició un largo viaje a pie en busca de otro como él, o ella. Su género, no había forma de descifrarlo sin otro ser con el cual compararlo.
Caminó hasta dar con las aguas de una costa marina, pero allí no se detuvo; continuó su marcha.
Recorrió los océanos hasta llegar al extremo opuesto de aquél dónde floreció.
Ya no era una criatura elemental, una marioneta. Las aguas habían hecho arder la cal, fundir la arcilla y remover la tierra...
En ese paraíso sentíase vacío; y no tenía un lenguaje con el cual poderlo expresar.
Miró a su alrededor y en un instante, a mitad de un parpadeo, algo arrancó de su pecho una costilla. Lo inconcebible había dado frutos, el viaje y encontrar a un igual, habían terminado.
Estaba por depositar a ese nuevo ser, cuando reparó que su ciencia había fallado; era perfecta, pero con averías. En un estrépito, no pudo más que aplastar a esa novel criatura de un soplido.
Dejarla sola en ese paraíso, junto a un cadáver con el pecho destrozado, hubiese sido cosa de gusanos.
Interceder no es un acto divino si la mano de un dios interfiere con la naturaleza.
[márgenes]
¿Por qué para cada día, hay que tener una esencia o combinación de ellas?.
Atípica pregunta de examen par ala vida; pero con ella despertaba hacia su rutina. Los años que lo convirtieron en parte de un folklore ajeno hasta de la misma fauna del lugar, parecían no haberse transformado en tejido adiposo de su envejecer.
[Ciudad de Canales]
Hospital para no vivos. Allí dividía su tiempo. Una mitad al servicio de la salud; otra con una clara vocación de asesino a sueldo.
Movía los objetos cual piezas de ajedrez, tomándolos por los bordes superiores y suspendiéndolos. De la misma forma se desplazaba.
El carrito rechinaba por el corredor como era de costumbre, a las 7:05 de la mañana.
Habitación 302. Confesión. El placer de sabores que curan.
[preludio par aun agasajo]
Eseésemo José, furibulante entendedor de mentiras y enfermero, historiaba disfruterilmente de marcialidades palmídedas. Claro, siempre que hubiese una Marcia -le daba igual si era china- que le comprendiese.
Con apenas un dedo surgiendo de un sahara, después de quién no sabe contar un olvido de años, a Golem –resignado al destino de una rebeldía eterna- no le hacía ninguna gracia.
[estaba, noventa y nueve borbotones de mercurio, perdidamente enamorado de la china]

Que alguien durante su vida, sea más joven primero y luego más viejo que quién aún no es... no sé qué sea, concerniaba tesináticamente Hajime de pubis en flor, observando de cerca la punta de aquél dedo enterrado.

[sumérgete mirando la superficie al decir estas palabras aguaceros]

Sabe nadie por seguro que hallemos o no esa respuesta.

4.12.06

say no more

Comme alternadas capitales minúsculas y pronouncing exquisite, no se piense en C (sí) H (aidj) G (grace, greis, grass, gars... ¡GRIS!).
Puvemosí´maginar la pena oscura de cordel que llevan como prenda those who vennos cual pajaritos.
But (si dijese "culo" habrían pensado en fortuna y nada peor hay, que creer que lo azaroso y el trasero, tienen aptitudes para perificar las ideas, especialmente cuando se trata de prognatos o dioses arameos) la vera veritá es silvio (oltra, oultra, ostra, outra... ¡Uds. mintienden!; si nomintienden, mientanmé con sabor a menta, pero no minen con su juicio las razones de un silvio).
Que cuando dije -donde no digo- A tout a l´heur!, lo senté con pelos y señales, con título y todo.
Discrepar al leer es como escuchar un tango, un continuo copy paste del crear y el procesador de texto versión nueve punto cero punto dos ocho uno dos, pero para los dedos non es lo mesmo... extrañan al Word Star y al callito.
Parecerá raro, pero cuando los pongo dentro de un vaso lleno de vino, se calman a costa de empuñar barbaridades contra el troquelado, la tarjetería española y las maquetas, especialmente las de barcos adentro de botellas.
Al ritmo de tan versátiles coreutas, pasan al membrafónico ensamble de dar cabezazos contra la mesa hasta roncarse. Tras respirar profundo, ahí -entre moretones, vestigios de maldecires y ronroneos, exhalación- en ese posterior aliento es cuando los mojo en tintas y les ayudo a escribir como si no supieran; muy lento y con trazos finos, para no despertarlos.
Hay que entender que, no son más ebrios que un niño.
Y por mi nombre que quien infiera un idilio entreverado con parnasos, se las verá de agujetas con cuerda de violín trenzando sus labios antes de sonar las últimas notas y que la música toda de ese cuerpo, se rompa.
Toca despacio tus palabras cuando el agua esté más blanda que de costumbre... los cómos del silencio acechan al arponeo de pisadas débiles.
Vuelve cuando quieras, pero no me esperes.
Mis razones (una señorita inglesa molto sensitivista y de raíces enlazadas con el vestir de su piel) son estás y aquellas.
Mine heart is un petit peu kind of tired und refritao de paciencia. Escriver viá escriver mais con uma perspectiva egoishta para algunos, moishe para otros y para los más, o menos -eso no lo calculé- con floreado amansar de solitud (síndrome de la isla desierta). Que al final no hay ninguna; incluso una muy pequeña perdida en el pacífico, tiene pista de aterrizaje propia, yo lo he visto, desde arriba (apuntando con el dedo índice y estirando bien el brazo hacia el cielo). Podría haber apuntado a tu ombligo, claro, pero entonces hubiese tenido que elaborar la cardinalidad de sus puntos reflejados hacia adentro, absorbiendo todo registro geográfico en sus endiduras y contracciones, en la huella de un dedo, de ese índice, que lo recorre a medida que se pierde adentro.
Voltereta a las fuentes...
La mía, y la de ir por los cielos de un ombligo.