[la conga de un hoja - porque las hay hombres- que desprendiose de una mujer con el dolor elefante de sus espaldas rabiosas; ella -la hoja- y él, el hombre]
Quiero arrancarme la piel. Con esos mismos ojos.
[¿alguna vez te han escrito?]
Quebrar a alguien por dentro no es bueno. Hacerle llorar sin poder tenerla en tus brazos no es bueno.
[si sólo fuese un poco más el de los ojos]
Si fuese ese monstruo que se dejó entrever, confieso que hasta lo disfrutaría. Luego me molería a golpes.
[mi propio verdugo]
Poca hombría en esto de enfrentarse a uno mismo. Bastante estúpido por cierto.
[y no]
Lo que hay que aprender es cuándo acabó la pelea.
[y hay más]
Y no, soy yo. Lo demás soy yo.
[piensa que para el portador de esa mirada, esos ojos no existen; las cuencas están vacías]
Un paquidermo que, aún cometiendo torpezas, sabe lo que no quiere.
[y sabe que hay cosas que quiere, pero aún no conoce]
Y, pese a su mirada, es un niño.
[un maldito infante de tres décadas]
Y el terror en tus ojos es... es que su juego, a veces, incluye una bala en la cabeza.
[la ironía de estar desprotegido de uno mismo y buscar su propio abrazo]
Estás dentro de mi cabeza; lugar del cual no puedo cuidarte.
[toma mi mano, camina con cautela; no te sueltes]
[si vas por tu cuenta; te arrancaré el brazo]
Quiero arrancarme la piel. Con esos mismos ojos.
[¿alguna vez te han escrito?]
Quebrar a alguien por dentro no es bueno. Hacerle llorar sin poder tenerla en tus brazos no es bueno.
[si sólo fuese un poco más el de los ojos]
Si fuese ese monstruo que se dejó entrever, confieso que hasta lo disfrutaría. Luego me molería a golpes.
[mi propio verdugo]
Poca hombría en esto de enfrentarse a uno mismo. Bastante estúpido por cierto.
[y no]
Lo que hay que aprender es cuándo acabó la pelea.
[y hay más]
Y no, soy yo. Lo demás soy yo.
[piensa que para el portador de esa mirada, esos ojos no existen; las cuencas están vacías]
Un paquidermo que, aún cometiendo torpezas, sabe lo que no quiere.
[y sabe que hay cosas que quiere, pero aún no conoce]
Y, pese a su mirada, es un niño.
[un maldito infante de tres décadas]
Y el terror en tus ojos es... es que su juego, a veces, incluye una bala en la cabeza.
[la ironía de estar desprotegido de uno mismo y buscar su propio abrazo]
Estás dentro de mi cabeza; lugar del cual no puedo cuidarte.
[toma mi mano, camina con cautela; no te sueltes]
[si vas por tu cuenta; te arrancaré el brazo]