tendida de brazos, postrada, la urbe cierra sus ojos cual animal pasada la cacería.
(el ser cazado)
caminaba porque obligábanle a hacerlo.
nada de eso impedía que pudiese detener los cuatro gravitares de su corazón.
era nadie; una presa inmóvil.
dispuesta a acorralarte por el parpadeo de un latido; cuídate de sus derrumbes.
2 comentarios:
Esas clases de derrumbes son tan temidos, tan terribles y dan esas ganas de que no puedan llegar a tocarlos. Pero a veces somos nosotros quienes los provocamos y todo se hace inevitable.
Te dejo saludos!!!
Mi Otro Yo,
Sean una forma u otra, hay que fijarse dónd e uno está ubicado en el derrumbe. Si encima, si debajo, sin con paraguas, etc.
Insisto, hay que andar tener cuidado con lso escombros.
Un beso, Mi Otro Yo
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