16.7.06

a la carne de las flores

Le acercó al hombre de acero una duda irrefutable...
¿Por qué eres tan humanamente aberrante, tan lleno de eso que no nos hace iguales y nos separa, nos diferencia?.
A la luisa de sus marambios y fortalezas, se le dilató el nudo de su garganta y el corazón de a poco lo envenenó hasta adormecerlo. Antes que algún testigo cualquiera notara su ausencia, como el autor de un libro cuasiperfecto que se encarga de silenciar a los lectores que quieren echar luz a sus defectos de escritor mondongo, simplemente optó por convertirse en recuerdo.
Las sirenas suelen sonar cada vez menos.
Es que ya no quedan tantas urgencias, heridos que socorrer, muertos... ya no quedan.
Estamos en un globito más irreal que las caricaturas y las fantasías del cine mudo. No por ello es más negro y de labios rotos, entumecidos por los golpes.
¿Cuánta gente dirías que perece en el mundo cada día?. ¿Conoces a alguno?. ¿A cuántos matarías?.
Tengo un organito de aire dentro. El cardiólogo dice que es un soplo; yo digo que es un organito. Como ese que funciona girando una palanca... ¿O era una caja de sorpresas?.
(mi corazón me traiciona)
Y ella, la de galera, galaxia y curioso horizonte vertical, se me suscita en el ombligo.
El amor entre dos mujeres. El amor entre dos hombres.
El amor de un hombre que no grita, no provoca el pánico hasta destrozar la vía publica y todo en un radio que no alcanza a percibir quien estuviese a veinte pasos de niño del epicentro.
Llovieron estrellas sobre Beirut.
Anduve lo que a un azar de pies descontentos, les lleva andar con un diablo escombro.
Parafraseando a los diestros del fin del mundo, lo mejor es citar a ninguno.
Quisiera estar esta noche, caminando por la luna, solo. Sólo que no podría. Moriría.
...pero estaría solo. (y no quiero estarlo)
Hasta el más bruto de los escarabajos es inconforme. No tientes tu suerte de seguir siendo cucaracha. Hace frío. Algo está duro en mi estómago. Hace mucho frío. Está tibio. Veo el vapor saliendo de la herida. ¿Qué es esto que no siento de la cintura para abajo?. ¿Por qué me siento comprimido?. No puedo hablar; me cuelga la lengua del agotamiento, me falta la quijada... una flor.
Estoy aplastando una flor con un resto de cuerpo que, no creo me pertenezca. Cuelga de mi por el borde de una costura de huesos desarmados, pero no parece...
¿Dónde está mi cuerpo?, se pregunta la flor viendo al hombre desplomado encima.
Un hombre lleno de tanto acero que la misma luna colapsaría desorbitándose sobre sus propias entrañas.
Indestructible.
El placer de ser algo aniquilable y residir en cualquier parte está en la travesía de un estado a otro... no necesitas pasaporte.
Un sorbo más, uno más.
Tu beso opaco y contenido.
La flor no puede huir, no perece. Se alimenta de la sangre.
Tose y vomita porque se atraganta de la ansiedad de alimentarse para no morir. Le importa poco todo lo demás.
Con suerte, sea escogida como la flor nacional de alguna nación por existir.
Tal vez entonces, después de haber acabado con todos, el hombre de acero despierte de su sueño y responda colocando la palma de su mano llena de flores sobre quién le hizo la pregunta, y presione hasta perforarle el cráneo antes de que la asfixia se le adelante.
Agradecida la flor, una última comida no se le niega a nadie...
...salvo que uno sea la comida.
Recuerda; el hombre de acero, puede ser un jardinero cualquiera.
Saleros...
De haber habido más, la historia con las babosas hubiese sido diferente.

8 comentarios:

VerdeTanOscuro dijo...

"El placer de ser algo aniquilable", creo que con eso basta para levantarse en las mañanas y cepillarse los dientes y seguir.

VerdeTanOscuro dijo...

The Squid and the Whale no la conozco, pero Las cinco obstrucciones me pareció muy buena.

¿Superman no, entonces? Me imaginé... Sólo vi el afiche que parece una cara de goma.

estenoesminombre dijo...

Definitivamente Superman NO.

COnfieso que me asombra las ideas que expreso. No es que escriba en un estado de trance, pero me deleita encontrarme con esas ideas que son bellas y funestas a la vez. Sentirse vivo no necesariamente tiene que ver con estarlo.
Cuando no soy un jardinero, soy un arquitecto.

atandocabos dijo...

ES una caja de sorpresas. Siempre podrá sorprenderse, verá. Y sino busque, ya sabe donde, busque y a la luisa...

(que su corazón no lo traicione, generalmente no lo hacen, por eso la idea suya de caja de sorpresas. Ve?)

Debo también advertirle que la luna es mia. Le dejo caminarla y pasearse sobre ella todo lo que necesite, pero sepa que le saco brillo a gusto y ella me confiesa sus secretos en mis noches.

beso

pd: y en un rato vengo por el #2

Anónimo dijo...

Vic: Es usted de esas criaturas que uno conoce como gotas dentro de un copo de nieve y que irremedieblemente nos provocan con el mejor de los ánimos.
El mío en ocasiones s ecomporta como una caja de sorpresas (mi corazón). Y a veces no es traición, sino que me juega con dudas, a veces late de manera que pareciera que tengo otro corazón, al otro lado de mi hemisferio costal.
La luna será por entera suya, pero como buen lobo yo he elegido cantarle en su fase nueva. Esa es la que me gusta. Imagínese caminar solo en luna nueva... sería algo triste. En fin a veces uno puede permitirse estar en esa fase también.
Entonces Ud. sabe por qué ella ejerce su fuerza sobre nuestras aguas. Refiérome a las suyas, las mías, las de cada uno...
Y a ella, ¿le cuenta sus secretos?.
Estos días la verdad le sacó un brillo que ahora entiendo. Mr.Blend un poroto al lado de sus paños para lustarla.

Pd: Venga cuando quiera por el #2... A propósito... ¿Qué vendrí aa ser el #2? (aparte de un comentario digo de pronto me parece)

Saludos

atandocabos dijo...

Si, claro que se porque la Luna ejerce ciertos cambios en nuestras aguas. Lo interesante es que nuestras mareas se rigen por la atracción. Sin ahondar más en el tema de posiciones relativas de la luna, la tierra y el sol, de las mareas diurnas, semidiurnas, de pleamares y bajamares; lo que resulta apasionante es disfrutarlo más que saberlo. Ver el Rio subir y bajar, olas y chatura extrema con el sol reflejándose, playas inmensas o tormentas arrasadoras sobre la costa, luna creciente en mi ventana o llena con bruma en la playa. Esas cosas... que también suceden con nuestro carácter (el mio, el suyo, el de cada uno...)

Anónimo dijo...

¿Y la lluvia?, ¿Cómo nota uno eso en la lluvia?, ¿En el tamaño de los goterones, en la espesura que separa a una gota de otra?...
¿Y en las piletas, las fuantes? (y con esta pregunta a propósito de una charla que tuve con mi Dra.) ¿Y con los coladores?... (jejeje)
A pesar de eso, lo lindo es también cuando uno se pierde en las aguas de otro para aprender a nadar.
Y me voy con algo que recordé escribí hace un tiempito: El agua, también muerde.

atandocabos dijo...

Cuántas preguntas! Y yo con un millón de respuestas...


¿Dónde está Mi cuerpo?