4.2.07

sobre/mesa

Boquita de nuez al fuego, preguntó por qué las cosas pequeñas abarcan tanto amor... respondió nadie.

Respondió nadie, prosiguió un capullo despierto en un jardín de sal que, atento a la consulta de esos ojitos de almendra, debido a las cualidades que incapaces de definirnos, son inherentes a tales materias de cantidad y espacio.
Para alguien que amorosamente podía pedirte le trajeras arena en un frasquito de mar, no muchas flores echan pétalos y polen sobre los amantes; a menos que las estaciones despierten las cópulas desiertas.

Ser un diente de león y morder tu cuello con la liviandad de hacer presión y cosquillas en tu sangre...

Conceder el brindis de lluvias irregulares sobre la desnudez de un engaño descubierto y callado. De esas cuestiones gusta boquita de nuez cuando alguien se le hace garganta con su lengua mucho muy cerca de la boca; tanto como para retenerla con los dientes y salivarla con sus salsas.

Cómo dio a parar el talón de su delicioso pie sobre los hombros del capullo estribaría un cálculo dónde el arte y la cocina conviértense en especias para un sutra de manos, hierbas y besos...
"Escribir alrededor de tu tobillo un poema sobre tu mundo, pareciera un desafío, pero el verdadero reto es escribir en derredor del mundo de tu poema, desde y con tu solo tobillo."

Su empeine rezaba trazos que rodeaban en forma ascendente los contornos de su pierna. La mesa, impávida, víctima de la vajilla desposeída, sentía los sabores de la carne humana. Un durazno y otra mordida más tangencial...
Acábaseme de ocurrir que, para no tener tabúes, hay que tener un ombligo vudú... y repitió la frase mientras aquel punto del génesis fallecía contraído sucesivamente entre el placer y la tabla que la contenía sabiéndola desbordando en los límites de su anatomía y los de ella.
[el diente de león tiene cientos de colmillos]
Tendiendo la palma de su mano para confortar la mejilla ajena con una sonrisa, boquita de nuez se convirtió en lecho y perfume de su propia interrogante.

Luego la mantis devora al macho comenzando por su cabeza, explicó respirando pausadamente, satisfecha y sintiendo con su vientre cómo el rostro del capullo se paralizaba...
Shhh... simplemente quería escuchar mejor tu respuesta, y amansando su incertidumbre, celebró con labio encarnado en labio, arqueando su cuello en una torsión espirituosa, mientras el vino se destilaba sobre la piel libada en su recorrido hasta dar con el fruto de sus pasiones y confundirlo entre las sales y las heridas relamidas.
De nuevo tuvo su contestación; y no se detuvo hasta saciarse.
(hasta que fuera su turno de cocinar)
(y comer con sus manos)

La dulzura de los huesitos.

14 comentarios:

May dijo...

Uy dio-gato!!! Usté está bien don esteno??!!! Me pa que está viendo mucho el canal gourmet!!!! Largueeeeeeeee!!!
Besis!!!

Hombrecitas beodas dijo...

1)Dulces huesos y corazones de almendra y ojos color de miel y huesos, si... huesos has dicho y he dicho que tus huesos y los huesos de los otros... harían también lo que tu dirás: palmas, manos y tobillos rezandole a un poema.

2) ¿Qué son lendas?
Qué pena que no encontraras esa palabra en el diccionario... Me hubiese gustado que existiera, es linda, suena lindo ( lenda) ... Tus lendas caían por tu espalda...
O las lendas cayendo desde el cópulo capilar de Sanders ( por ejemplo) y por ejemplo... Pero no, fue un error de tipeo( si. Un error hecho palabra). Lindas, lendas no?

estenoesminombre dijo...

May,
Estoy bien, pero con el estómago vacío.
Prefiero comer a pleno. Es más, me comería un pedazo de sandía en este momento, pero eso sería infidelidad a mi cafetuti con leche.
Además, qué me viene a decir a mi que largue Doña Bizcochito!.
(si le digo Bizcochuelo a lo mejor la lírica se va a las pantorrillas y no queremos esos excesos, ¿no?... jajaja)

Y no hinche, agarre una servilleta y sírvase a gusto.

Besos May

------------------------------------

Hombrecitas,
El rezo en el poema es un microcósmico tributo a un universo ilimitado, contenido en cierta persona con la que compartí ese pensamiento.
Fue como un regalo de cada uno para con el otro.

Creo que sus huesos también están califiados para rezar a algún tobillo despistado o bien, para rezarle a alguno de los suyos.

Claro, ahora entendí, noera un error, era más como diciendo "que leenda" y diciendo la E con la boca para decir I, ahí el sonido cambia y transforma la palabra en algo sonoramente agradable.

Podríamos intituirlo como expresión afectuosa que denota calidad y cantidad de una cosa, una acción o persona.

Lendos Besos, Hombrecitas

Á dijo...

Me oferto ya que no hablaré de la fruta, pero los óvulos están envejeciendo.
Es lo que hay! Es lo que hay! ( y es demasiado poco)

estenoesminombre dijo...

Á,
Bueno, bueno, no hablemos de frutas. Noto un florecer de su instinto maternal.

¡Y no es lo único que hay!... Póngase el delantal y ayude picando las verduras que están en esa fuente.

Sobre las cantidades, ¿qué es demasiado poco?... si llegase a faltar, preparamos un poco más y listo.

Besos y novios, Á

mi otro yo dijo...

Todo eso por una respuesta, por escuchar mejor una respuesta. Es increíble como dejas que con tus palabras aparezcan sensaciones y hasta imagenes con solo leerte.

Te dejo un beso

María Inés A.E. dijo...

"ser un diente de leon..."
que bueno!!nunca lo habia pensado, mas que como una florcita...

estenoesminombre dijo...

María Inés,
¡Oh!, ¡Qué sorpresor!. (con sonrisa y todo lo escribo, pienso y digo)

¿Viste los misterios que encierra un panadero?.

¡Y cuando los soplamos, Ohhh!... las maravillas no dejan desprenderse para flotar y dispersarse en nuestro derredor.

Que alegría tenerte por acá.

Besos, María Inés.

María Inés A.E. dijo...

ahhh!!cuanto hace que no veo un panadero!!!!que linda imagen!gracias!

estenoesminombre dijo...

María Inés,
Pero que cosa, esto del panadero hay que remediarlo de alguna forma.

Un beso.

María Inés A.E. dijo...

si!!pero antes habia mas... y tambien habia mas mariposas, bichos bolita, hormigas voladoras,abejorros y gatas peludas...alguien se los llevo?

estenoesminombre dijo...

Mi Querida -si me permite el posesivo- María Inés,
Casualemtne estoy escribiendo sobre un jardín muy monono, no muy pequeño, pero tampoco muy diminuto, y as criaturas que en el habitan; pero ya lo verá con sus propios ojos cuando lo lea, lo palpe y lo respire (si es que hago bien las combinaciones para obtener dichos efectos).

Sobre lo que me pregunta, bueno, Mariposas (u anjos, como les digo yo desde hace varios años). De hecho hoy vi una. A lo mejor es cierto que en la urbe hay que estar más atento a los bichitos.
Bichos bolita tengo un tiempito sin verlos, hormigas voladoras en el gimansio hubo a pleno. Abejorros en paradas de colectivo zumbándome con dudas si para llegar a su panal le convenía tomarse el 41 o el 169.
Gatas peludas creo es lo que hace más tiempo que no veo.
Para mi nadie se las llevó, pero no se dejan ver cómo antes.

Le propongo ponernos en campaña, ir a algún lugar con verde y ponernos en guisa de entomólogos y buscar sus huellas (on lupa y todo, sí).

¿Le parece?.

Besos, María Inés.

María Inés A.E. dijo...

siempre desde lejos, no?...porque tengo que confesar que con la mayoria de estos insectos prefiero no encontrarme muy de cerca...ufff...pienso en las gatas peludas y me alegro un poco de no verlas desde hace un tiempo...ni hablar de los abejorros...terror!!!
saludos!!

estenoesminombre dijo...

María Inés,
Sí, desde lejos. Ahora, convengamos que una mariposa no es tan desagradable como en su estado oruganense o orugareril (mi diccionario acepta las dos acepciones). Y los abejorros sí suelen aparecerse de repente y asustarnos cuando menos lo esperamos.
Hoy mientras caminaba por una callecita de Palermo, sentí un andar justo en la bisagra del codo (o sea esa parte entre el brazo y el antebrazo, del lado de adentro, o sea, el contracodo o como sea que se llame); bueno, la cosa es que miro, y ahí estaba un diminuto bichito negro, aludo, que -se ve que por el moviemineto de mi caminata o la flexión de la zona- terminó clavando su aguijoncito.
Le pegué un voleo -o dedazo de puntín- que salió disparado, pero me dejó una ronchita y una sensación como que todavía me estaba picando en el mismo lugar.
Igual ahora estoy mejor, gracias por preguntar.
Recordé también al abejorro de Odisea Burbujas, Pistachón Zig Zag (tuve que buscar el nombre porque eso sí, no me acordaba), ese era más bien dócil e inofensivo (un papanatas si lo prefiere).

Que bueno que todo esto haya sido un disparador de tantas cosas.

Y le repito; sí, siempre desde lejos.

Besos, María Inés.