20.10.06

lil´ waitin´ for the sign

[ayer; la fórmula química de un día fantasma]

Polaridad bifocal; mi mano tiembla calambres de sol ocho y veinte con treinta aleteos de la mañana, aes de patas largas y amantes a la vera de besos en el desayuno.
La sombra de una canción con ánimos que uno cuenta en los pasos del tránsito entre dos calles del universo y un hombrecito rojo que siempre espera; que nunca cruza. Que nada de malo tiene que otro refleje nuestros sentimientos.
[creer por un segundo que los dibujos de un capuccino frappé son garabatos japoneses]
[tengo que empezar a beber menos café]
[la temperatura de dos manos separadas]
El embarazo sapo de una princesa tan hermosa que, si te la describiesen, no lo creerías.
[como escribir creeer con tres e y que te lo creas]
El equilibrio de las espaldas de una paloma negra.
[fémino tobillo peinado a la moda]
[peatones]
Mujer cabellera blonda, señora cartera al codo, mujer papagayo, mujer-mujer, hombre semidescarrilado, descamisada sin tobera y corpiño al “qué me importa”, muchacha omóplatos, mujer tetona en punta con ladera y lila, palermo plaza congreso doce, pequeña mujer diminuta de la mano paterna del portador de su bolso petite mannequin y paso medio a sus pasitos, pequeño hombre diminuto con panda en el lomo llevando de la mano a su réplica parental masculina sin decidir quién sigue a quién, pero yendo juntos.
(¿dónde está la mano de mi padre?)

A mesa por medio y cuarenta y cinco taxis, sus pies desnudos, bañados de paciencia y un vendaje, permanecen distendidos al aroma de las moliendas.
¿Qué heridas lleva el sostén de nuestros cuerpos?.
Cada quien a su tarea.
La guardia urbana y la mendiga, el circo de sombrillas amarillas y el eclipse de corbatas en las retinas.
[no me obligues a usar camisas]
[la convivencia del tráfico y agentes patógenos residuales]
[manténgase alejado mientras nos acercamos]
¿Se puede invocar la paz en el plumaje?.
¿Y en el nombre de un adalid que alguna vez levantó su mano para dar un golpe?.
(si dices que no te golpearé hasta que entiendas que la paz en uno no es justa e indispensable para ser)

Para quien ama el caos, el amoníaco es el equivalente a dos palomas negras acicalándose.
La de joroba blanca vuela; la de complejidad noche y luna nueva caga mientras me mira; mientras miro sumergida en sus papeles a la dama de orillados pies desnudos hasta que en uno de sus trazos todo se transforma en una gigantesca mosca trepando un edificio.
(que festín sería para una mosca más grande)
(pronto ha de morir)

Mi capacidad de hartazgo es como el crecer de un árbol a favor del viento.
[se está nublando]
[me estoy orinando]
[culpa del capítulo frappé de las novelas al alba]

Blancos los ojos, la mosca reinicia su vuelo sin titubeos; sin agitar sus alas.
Triángulo de piel que se apresta a partir.
[cuando el movimiento es un derroche de placer]
Un rosario y un bostezo; un faro moviente en el camino de los huesos.
Si escribo en calibre cardiopático con rodillas y rodetes entre varas y radiografías, me perdería el pellizco de unas ancas pelirrojas y curvas por esos efectos de la dilatación de los objetos en el espacio respecto de la velocidad corpuscular a través del roce de uno de los lados de un grano de azúcar caído en una molécula de tiempo.
[si lo dibujo, se detiene]
[si lo borro, se olvida de sí]

En bata se pasea una taza de café.
¿Sabrá cómo destrabar a las vértebras cuando se agarran de las fibras musculares y tironean hacia adentro?.
Bata pecho azul pasea con periódico enrollado.
[el cielo parpadea]
[lustrador y lustrado con esposa que observa cruzada y envuelta en coral, husmean por sobre el submundo de sus narices y rasgos achinados]
[inquisición de la guerra santa marital]
[en primavera también nieva]
[le dice la esposa del lustrado al lustrador mientras el segundo elucubra la traición de la primera con su mejor amigo al verse reflejado en la punta de sus zapatos que le acaban de recordar por qué no se los lustraba]

Y el hombrecito rojo sigue esperando.

[algún día cruzará]
[con luces negras y asesino corazón abierto]

Hasta entonces, el universo seguirá encapsulándose entre dos calles cualquiera; y la atmósfera de un cero absoluto.

7 comentarios:

yo dijo...

la temperatura de las manos separadas es la del cielo nublado y de las camisas por la mañana.
te juro.

Libelula de Acero dijo...

Adorable crónica.
Insisto en que la paz de uno es justa y necesaria.

Adorable.

PEgo muy bien la temperatura de las manos separadas. Tanto como la de los cuellos cuando nadie los respira.

Á dijo...

embarazo sapo. embarazo sapo

Poéticamente Insurrecto dijo...

Sublime, simplemente.

estenoesminombre dijo...

[cada cuetro soy un cinco]

Y,
Bienvenido.
Le creo. Lo he comprobado,he sido testigo de lo que dice.

Un abrazo


Libélula,
Coincido en parte con lo de la paz. Yo no creo que sea siemrpe algo justo para uno lo que uno hace para con uno. En ocasiones el equilibrio se alcanza siendo un tanto injusto, haciendo un sacrificio a conciencia, yendo más allá de los límites de uno.
Entiendo la paz como algo propio y no necesariamente tranquilo o inquieto, pero sí en moviemiento, latente. Como un germen.
Porque sepa que la paz, también peude traer destrucción.

Me alegra que le gustara la crónica.

Y coincido con lo de la respiración. Ojo, también está bueno quedarse detrás de las espaldas de alguien que nos deja sin aliento.

Besos Lib


Á,
Hacía tiempo que no sabía de Ud.
Mire que un embarazo sapo conlleva muchos, pero muchos sapitos y hay que tener paciencia para cuidar, alimentar y educar tanto anfibio.

Pero por la sonrisa en la cara se le nota que no le importa, que la idea le reboza de alegría.
(y sonrío por ello)

Un beso vocálico, Á


Erdosain,
Muchas gracias. Que bueno que lo haya disfrutado de esa forma.

Un abrazo.

Libelula de Acero dijo...

A mi en lo particular me da miedo, mucho miedo cruzar mis propios límites.
Será porque los siento tan audaces que imagino solo espera la brutalidad mas allá de ellos.
Algo como Sarmiento y su civilización y barbarie.

En cuanto a los cuellos, que bueno es encontrar a alguien que nos quite el aliento. Ya sea de espaldas o de frente.

estenoesminombre dijo...

Lib,
Le escribí una respuesta, pero el maldito coso de internet me tildó todo y no lo guardó así que tengo que rebobinar la idea, la ,médula de lo qu ele dije antes. Seguramente saldrá con otras palabras.

Con respecto a lo de DOn Domingo Faustino... please, ni me hable de esa obra que me trae ingratos recuerdos.
No porque tenga meido de enfrentar a dichos eventos del pasado guardados en mi memoria, sino porque no son gratos.

Respecto del miedo y la audacia, de la brutalidad más allá de ellos. Es parte de un trabajo personal que cada uno debe hacer y transitar, quiera o no, le guste más o menos.
Lo bueno es que encontramos personas que nos acompañan y están con nosotros en ciertos momentos.

Y es verdad, es hermoso encontrar a alguien que nos deja sin aliento, sin palabras, con la mente en blanco y, no porque no se tenga o se haya perdido, sino porque ese aliento, esas palabras, esa mente blanco, son temporalmente de esa persona a la que se los dejamos con una sonrisa.

Besos, aliento y violetas, Lib.


Pd: En el primer intento de respuesta hice un chascarrillo, pero como no lo recuerdo bien y estaba mejor dentro del contexto de lo escrito antes, no lo reescribiré.

Besos